London I
Empecemos por que hace tres semanas (día arriba día abajo)
cumplí SEIS añazos de relación con mi chico. Relación de la que estoy muy
orgullosa, por cierto. Exactamente el día tres. Ese día, a las 0:00 en la Feria de Abril, disfrutando de una
agradable noche con unos amigos, me dijo que la siguiente semana nos íbamos a
Londres. Si amigos, ni más ni menos.
No suelo presumir mucho de novio, todo lo que él hace por mí
no suelo gritarlo a los cuatro vientos. No por nada, simplemente no soy así. Pero
esta vez quiero presumir del fantástico novio que tengo y del precioso regalo
que me ha hecho. Porque si, porque puedo, porque por qué no.
Así pues, he decidido dividir mis experiencias de viaje en
tres (o cuatro, depende como me dé) entradas distintas. Dando más o menos
detalles, enseñando más o menos fotos. Porque mando yo, y a quien no le interese
que se vaya :)
El vuelo (sábado 9 de mayo) salió con retraso, solo para
empezar. Salimos media hora después de la prevista, así que llegamos media hora
tarde a Stansted. Saliendo del avión estuvimos tres cuartos de hora esperando
en inmigración la inmensa cola, más retrasos. Previamente ya teníamos comprados
los billetes del bus que nos llevaba al hotel, imaginaos la broma, obviamente
lo perdimos. Pero fuimos pacientes (él más que yo) y esperamos al bus siguiente
(sufriendo la vida porque no teníamos libras todavía y no sabíamos si teníamos
que comprar los billetes de nuevo). Justo en el momento que llegó el siguiente
bus, leímos en nuestro billete que podíamos coger el siguiente GRATIS si
quedaban huecos libres. ¿Había huecos libres en el siguiente? Y TANTO. De hecho
fuimos nosotros dos solos + el conductor :D
De camino a Old Street me enamoré muchísimo. Me encantaron
las afueras de Londres, las casitas, todo verde, no sé, estaba borracha de
enamoramiento.
Encontrar el hotel fue fácil. La habitación era sencilla y
super práctica (aunque para mi gusto nos faltaron las ventanas), pero tampoco
íbamos a estar mucho en ella, teníamos planeado pasar todo el tiempo que pudiéramos
fuera OBVS.
Cuando salimos del hotel, nuestra primera idea era ir al
Pret donde trabaja mi primo. Supuestamente estaba a 20 minutos de nuestro hotel
a pie, y como tampoco teníamos dinero para pagar el bus, pues ale, viva la
aventura.
Fue divertido, porque nos perdimos “ligeramente”, pero por
suerte como EN CADA PUTA ESQUINA HABÍA UN PRET, tuvimos señal de internet así
que conseguimos ubicarnos.
El reencuentro fue bonito, me hizo mucha ilusión verle,
sobre todo en su ambiente actual. Cómo ha cambiado su vida, las ha pasado muy
putas para conseguir estabilizarse. No se lo he dicho porque en el fondo me da vergüenza
decírselo face to face, pero estoy muy orgullosa de él y de su listas de
deseos.
Quería hacer un pequeño inciso en los autobuses londinenses.
Hacen lo que les da la puta gana. WHAT THE HELL. Sufrí la vida para subir y
bajar las escaleras del bus, ¡es un puto peligro! Y bueno, no solo los buses en
general, todos los que conducen son un peligro, los coches también hacen lo que
les sale de ahí y ahora entiendo por qué cada dos por tres escuchaba sirenas.
CAOS. DRAMA.
Esa tarde vimos más bien poco, entre que íbamos a casa de mi
primo y luego nos encontrábamos con la novia, se nos fue el tiempo muy deprisa.
Cenamos en un restaurante italiano, Franco Marco. Estaba muy
rico y muy bien de precio. A la vuelta
mi primo y su novia nos indicaron como volver solos al hotel, así que cero
perdidas más jejeje.
To be continued...
1 mimos
CONTINUA.
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